sábado, 29 de agosto de 2020
viernes, 28 de agosto de 2020
Dinámica económica actual.
Periódico La jornada. Mayo 2020
Dinámica económica de México: la novena
José Antonio Rojas Nieto
La vida industrial se nutre de las actividades
de minería, manufactura, producción y suministro de electricidad, suministro de
agua y gas natural y, finalmente, de la importantísima –aunque hoy deprimida–
industria de la construcción.
Actualmente estas actividades
representan 30 por ciento del producto interno bruto (PIB). El comercio y los
servicios, en cambio, cubren la mitad de ese PIB, con 17 y 33 por ciento,
respectivamente. El 20 por ciento restante corresponde a transporte,
actividades agropecuarias y actividades de información.
De 1993 –uno de los años base
para la contabilidad nacional– a la fecha, la actividad industrial de mayor
crecimiento ha sido la de suministro de electricidad, agua y gas natural.
Básicamente, por un crecimiento anual muy importante de la industria eléctrica.
En 2019, por ejemplo, creció casi a 3 por ciento, a pesar de la leve pero
significativa caída del PIB. En particular, en actividades como minería y
construcción, las manufacturas textil, confección, química, metálica básica y
productos metálicos.
Respecto al nivel registrado en
1993, el índice actual de la industria eléctrica corresponde a poco más de tres
veces. Algo similar ocurre con la fabricación de equipo de transporte. No es el
caso de la minería, cuya producción ha disminuido en 45 por ciento respecto a
su nivel de 1993. Fundamentalmente, por la pérdida tan grande en extracción de
petróleo y gas natural. Sí, lamentablemente, ésta ha bajado en 30 por ciento en
comparación con su nivel de 1993. Pero casi 60 por ciento respecto a su valor
máximo registrado, por cierto, en 2004.
La manufactura, en conjunto, ha
crecido 75 por ciento en casi 30 años. Pero hay ramas que, pese a su repunte
respecto al nivel de producción registrado hace 30 años, actualmente están muy
por debajo de su índice medio anual máximo. Es el caso de la textil en su
conjunto. Integra insumos y productos textiles, confección y vestido, cuyos
niveles actuales de producción son inferiores en más de 30 por ciento a sus
valores máximos, registrados en 2000. Sorprenden también caídas importantes en
esferas manufactureras, como la metálica básica, del orden de 25 por ciento.
¿Qué sucede? En general, hay
procesos de restructuración muy profundos. Muy desiguales, por cierto. Tienen
que ver no sólo con la mayor o menor competencia internacional. También con las
transformaciones tecnológicas y con cambios similarmente profundos en los
procesos productivos y en las habilidades obreras.
En estas actividades industriales
se concentra hoy de 12 a 15 por ciento de una población económicamente activa
(PEA) que en 2019 promedió 57 millones de personas y de la cual, actualmente,
se registran oficialmente 2 millones de desempleados. Sí, cerca de 7 millones
de personas se ocupan en minería, manufactura, producción y suministro de
electricidad, suministro de agua y gas natural y en la industria de la
construcción. Su futuro es incierto.
Concluyamos con una idea difícil
de aceptar. Globalmente, las actividades industriales se han debilitado en
nuestro país. A principios de los años 80 casi llegaron a representar 40 por
ciento del PIB nacional. Hoy, como hemos visto, ha perdido 10 puntos de ese
PIB. Lamentablemente. Ya reflexionaremos un poco más sobre los efectos de este
debilitamiento industrial. Sin duda.
Deuda Pública Actual agosto 2020
comeráel presupuesto de un año entero. Al terminar su sexenio, Ernesto Zedillo dejó una deuda de un billón de pesos; Fox y Calderón la quintuplicaron y Peña Nieto la duplicó, la subió a 11 billones. Ya no hay espacio para más.
La respuesta del gobierno federal ha sido tajante: ni un peso más de deuda, aunque el saldo de esta ha crecido por efectos devaluatorios.
Sin embargo, es creciente el peso del costo financiero de la deuda y anualmente se come
buena parte del Presupuesto de Egresos de la Federación. Por ejemplo, La Jornada (Israel Rodríguez) documenta que en los pasados 14 años los contribuyentes mexicanos, sólo por pago de intereses, comisiones y otros gastos de la deuda pública, han erogado5 billones 897.5 mil millones de pesos, cantidad 88 por ciento superior al monto de la deuda total del sector público, en su expresión más amplia, que en 2006 alcanzó 3 billones 135.4 mil millones de pesos. Pese a que en las finanzas públicas se destinan cada año cifras ascendentes para el pago del servicio de la deuda total (interna y externa), lejos de disminuir esos pasivos casi se han triplicado de 2006 a lo que va de 2020, revelan datos contenidos en los anexos del segundo Informe de gobierno
. Y la mayor proporción de pago corresponde a intereses (alrededor de 98 por ciento de las erogaciones).
En lo que se refiere al crecimiento de la deuda pública, la medalla de oro corresponde a Felipe Calderón y la de plata a Enrique Peña Nieto, quienes indiscriminadamente aumentaron el saldo de dicho débito. En los pasados 14 años la proporción de la deuda del sector público respecto del producto interno bruto (PIB) pasó de representar 18.7 por ciento en 2006 a 53.2 por ciento al cierre de la primera mitad de 2020, es decir, un aumento de 34.5 puntos porcentuales
(ídem), con todo y que en la 4-T no se ha contratado nueva deuda.